La pedagogía crítica integra como principio fundamental la priorización de la enseñanza como un medio para el fortalecimiento personal y social, ya que toda práctica pedagógica genuina exige un compromiso con la transformación social en beneficio de los grupos marginados y subordinados.
Sin embargo, esta pedagogía tiene la debilidad de que se ha estancado en la mera crítica al modelo educativo liberal y tiene limitaciones en una propuesta educativa que albergue los principios que plantea, donde desarrolle enfoques alternativos a la organización escolar, el currículum, la pedagogía del aula y a las relaciones sociales, el autor va mencionar 5 conceptos fundamentales para entender su punto de vista.
En primer lugar se encuentra la pedagogía crítica como una forma de política cultural, en este punto aún no se ha resuelto el problema de cómo se define y se desarrolla la política cultural, pero menciona que “está implicada en la construcción de un lenguaje que fortalezca a los profesores para abordar seriamente el rol de la enseñanza y su participación en el conocimiento y el poder” (p. 55), como también va definir a la pedagogía como un proceso mediante el cual docentes y estudiantes negocian y producen significados.
En segundo lugar está el currículum como forma de política cultural, este punto menciona que es importante comprender la enseñanza y la pedagogía como una expresión de la teoría social, las escuelas son centros donde se observan ideologías mediante una capacidad de pensar y deducir unas cosas a partir de otras, que privilegia a ciertos grupos.
Es por eso que el currículo debe estar en contra de la relación entre lo económico y la enseñanza y el Estado no debe intervenir en las políticas de los centros educativos; ya que, de esta manera se estaría perjudicando el correcto accionar de estas. También se busca darle importancia a aspectos culturales y a la transformación social como manera de generar una libertad en los seres humanos por medio de exponer su pensamiento sin temor a críticas negativas.
En tercer lugar se encuentra la pedagogía crítica y la política de la experiencia, aquí es donde el docente debe entender como problematizar la experiencia de los estudiantes, ya que estas están constantemente en una lucha y son ellos los que deben crear nexos entre la experiencia y el lenguaje, de esta manera el docente y el alumno crean experiencias a través del análisis mutuo.
El cuarto punto hace referencia a la pedagogía crítica y la política del cuerpo, se entiende esto como un aprendizaje a través de las expresiones corporales, el conocimiento se tiene que dar colectivamente de manera que potencie las relaciones de poder entre las personas, los gestos y lo afectivo muestran un sentido totalizador de la realidad, así como un encuentro pedagógico entre profesor y estudiante que represente intercambio mutuo de significados.
Por últimos se encuentra el discurso del antiutopismo, que busca desarrollar una idea radical de esperanza como manera de desanimar la acción política o una concepción utópica, y la lucha por un nuevo tipo de subjetividad que trae como resultado a comunidades con nuevos pensamientos.
En general los estudiantes deben tener un lenguaje de crítica y posibilidad donde se indique una nueva forma de relación social.
Biografía:
Giroux, H. (1997). '' Pedagogía cultura y cuerpo''